SIN PARTIDOS DEMOCRÁTICOS NO ES POSIBLE UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA

Por Carlos León.


La homologación del IVA en la frontera es un ejemplo más de la crisis de representación política que vive México desde siempre, desde que fuimos la Nueva España, desde la época independiente donde la silla presidencial se ganaba con un alzamiento armado. En este México moderno la crisis de representación política es hija del sistema de partidos y la disciplina partidista, porque los partidos se pueden reservar el derecho de admisión (para sus cuates) y a cambio les damos 5 mil millones de pesos anuales para que mantengan burocracias parasitarias que se pueden reservar el derecho de poner candidatos (a sus cuates) sin procesos democráticos o mediante farsas electorales, por eso acaban representándose a si mismos (y a sus cuates).




El monopolio del poder sigue siendo el que mas daño le hace a México. De la dictadura de Don Porfirio pasamos a la dictadura de partido único y de ahí a la dictadura de los únicos de los partidos, de los únicos que pueden llamarse revolucionarios (PRI-PRD) o humanistas (en el PAN), que tienen el control de la marca y la ideología, pero que ni son revolucionarios ni son humanistas, sino que están alejados de forma equidistante de los ideales que dicen representar y convergen en el vértice donde son iguales: hábiles cortesanos para vender y pagar con favores políticos, desde pagar el voto "libre" con efectivo hasta pagar una declinación o el respaldo "de convicción" con un nombramiento. Hoy es el IVA y ayer fue el IETU, pero en ambas ocasiones fue la disciplina partidista, hoy la del PRI-PRD  y ayer la del PAN. Los ciudadanos mexicanos podemos hacer una y mil manifestaciones, pero no vamos a cambiar la naturaleza monopólica del poder: o forzamos a los partidos a ser democráticos o fundamos nuevos partidos democráticos, diferentes de estos vividores de las prerrogativas.

Sin partidos democráticos no es posible una sociedad democrática.

Comentarios